Las particularidades de la receta médica privada generan, al menos en nuestro país, una gran cantidad de dudas tanto en los pacientes como en los profesionales sanitarios. Esto se entiende en el marco del sistema de salud como el Español. Pese a que la sanidad pública es preponderante, convive con el sector privado y ambas gestionan de manera distinta la prescripción de medicamentos.
Por otra parte, se calcula que en torno a un cuarto de la población española tiene seguro médico privado, y esta cifra va en aumento. En un gran número de casos se recurre a este tipo de seguros puntualmente, para acudir a especialistas concretos y obtener un diagnóstico más ágil. Es en estos casos cuando surgen ciertas preguntas: ¿tiene el mismo valor la receta de mi médico privado?, ¿necesito autorización de un médico de la seguridad social?, ¿tengo que pagar los medicamentos?.
Del mismo modo, la mayoría de los profesionales médicos de nuestro país cursan su especialidad a través del sistema MIR. Durante su formación, trabajan para el sistema público de salud y se familiarizan con las vía prescripción de medicamentos del mismo. Una vez finalizada su formación, muchos optan por trabajar en clínicas privadas o consultas particulares. En este momento entra en juego la receta médica privada y estos profesionales también suelen desconocer algunas implicaciones de las mismas.
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En este post queremos esclarecer ciertas dudas y preguntas frecuentes en torno a la receta médica privada. Además, como asesores especializados en el sector sanitario, conocemos la complejidad que puede suponer gestionar eficientemente las recetas, medicamentos y todo tipo de recursos. Si estás pensando en ejercer como médico autónomo y abrir tu propia consulta, te ofrecemos asistencia a nivel fiscal y legal. Encontrarás más información relevante en nuestro blog.
¿Qué es una receta médica privada y qué la diferencia de una de la Seguridad Social?
La primera duda que queremos despejar es que una receta médica privada tiene la misma validez que una de la seguridad social. Siempre que se haga siguiendo la normativa establecida en la legislación española, cualquier médico colegiado puede prescribir los medicamentos que estime oportunos a sus pacientes. Por otra parte, ciertos medicamentos requieren un visado adicional aprobado, pero esto sucede de igual manera en la sanidad pública. La emisión del visado, en el caso de las receta médica privada, la debe establecer la entidad aseguradora del paciente.
Sin embargo, disponer de una receta médica privada no equivale a obtener los medicamentos de forma gratuita ni a precio reducido. La financiación de los medicamentos contemplados por la seguridad social no se extiende al ámbito privado; a excepción de las coberturas de trabajadores adscritos a Muface, que sí disfrutan de ciertas ventajas en este sentido. El precio de los fármacos prescritos por un médico de una clínica o consulta privada, por norma general, ha de abonarse íntegramente. Sin embargo, determinadas pólizas y seguros cubren un porcentaje de este precio.
¿Quién puede dispensar recetas de medicamentos en España?
Al contrario de lo que pueda pensarse, los médicos no tienen exclusividad en materia de prescripción de medicamentos en España. Los odontólogos y podólogos también pueden emitir este tipo de autorizaciones a sus pacientes cuando lo consideren necesario para el tratamiento de sus dolencias. Las enfermeras y enfermeros también están facultados para indicar y recomendar medicamentos sin receta, pero no pueden emitir recetas.
La dispensación de medicamentos sin receta es otra realidad que ampara el marco legal español respecto a la venta de fármacos. Existe un amplio listado de medicamentos entre los que podemos encontrar analgésicos, antiinflamatorios, antiácidos, expectorantes o laxantes que no necesitan receta. En este sentido, los profesionales farmacéuticos pueden asistir al ciudadano y facilitarle un tratamiento dentro de los límites marcados.
Tipos de Receta Médica Privada
En realidad, todas las recetas médicas privadas son equivalentes y cumplen la misma función. Sin embargo, en la actualidad podemos encontrar infinidad de recetas diferentes. A continuación abordaremos las peculiaridades de estas prescripciones, diferenciándolas en dos grandes bloques: las que se emiten de manera electrónica y las recetas en papel.
Recetas médicas privadas electrónicas
Esta modalidad ha ganado popularidad en los últimos años debido al ahorro de papel, mayor comodidad y mejores mecanismos de seguridad. El médico genera una receta electrónica que se envía al paciente por mail o se integra en la aplicación móvil de su aseguradora. Esta receta cuenta con un código identificativo único, normalmente un QR, que podrá ser escaneado en la farmacia para acceder a los medicamentos prescritos.
Talonarios y recetarios. La receta médica privada en formato físico.
Pese a que sus alternativas digitales van asentándose, las recetas médicas privadas que se emiten en papel siguen siendo un porcentaje bastante alto del cómputo total. Para las solicitudes de medicamentos en papel se necesita un talonario o recetario. Todas las recetas siguen un modelo similar y recogen los mismos datos, tal y como plantea la normativa al respecto.
Normalmente las aseguradoras facilitan a cada usuario su propio recetario que ha de llevar a la consulta. Los médicos también pueden tener el suyo propio y recurrir a él cuando lo necesiten. En las recetas debe figurar el número de colegiado del profesional y sus datos identificativos y, generalmente, su firma.
La responsabilidad en el uso y prescripción de las recetas médicas privadas
La capacidad de prescribir medicamentos también atañe ciertas responsabilidades y obligaciones. El facultativo se compromete a hacer un uso adecuado de sus recetas privadas y en todo momento usarlas exclusivamente en el desempeño de su profesión. Por otro lado, también están obligados a custodiar sus recetarios y sellos personales, evitando posibles injerencias y usos fraudulentos de los mismos.
La falsificación de recetas médicas es un delito recogido en el código penal. Toda persona o entidad a la que pueda atribuirse una gestión ilegal de este recurso podría enfrentarse a sanciones significativas e incluso entrar en prisión. En este sentido, tal como se ha indicado previamente, las recetas en soporte digital son una alternativa mucho más segura y menos susceptible de falsificación.
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