¿Cuáles son los requisitos para ser nutricionista en España? Esta pregunta surge cada vez con mayor frecuencia, principalmente entre los jóvenes que inician sus estudios. La nutrición es un pilar fundamental en la salud y, en los últimos tiempos, ha aumentado la concienciación de la población en este sentido. La necesidad de mantener una alimentación equilibrada y un estilo de vida saludable se ha convertido en tendencia.
En este contexto, la figura del nutricionista adquiere una relevancia especial. Los profesionales formados en esta disciplina son ahora referencia para miles de personas que buscan reconducir sus hábitos alimentarios. Sin embargo, no solo existe un camino para convertirse en un experto en este campo de las ciencias de la salud humana.
En este post revisaremos los requisitos para poder ejercer legalmente esta clase de funciones en nuestro país, así como otra información de relevancia al respecto. Como expertos en asesoría para el sector sanitario, conocemos el complejo entramado administrativo al que debe hacerse frente. Por ello, prestamos servicio a profesionales de distintos ámbitos de la salud para que puedan llevar adelante sus iniciativas.
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Si estás interesado en conocer qué hace falta para montar tu propia consulta de nutrición, sigue leyendo. A continuación, detallamos los puntos más conflictivos de esta cuestión y resolvemos dudas frecuentes al respecto.
¿Qué se necesita para ser nutricionista en España?
Ya hemos adelantado que el camino para convertirse en nutricionista puede tomar varias vías y, a continuación, nos detendremos en ellas. La formación es una constante en esta profesión y la necesidad de mantenerse actualizado acompañará al que la ejerce durante toda su vida. También comentaremos los esfuerzos que realizan los colectivos y asociaciones de nutricionistas en reivindicar sus funciones en diversos campos.
Formación académica necesaria
La principal herramienta de los nutricionistas son las dietas. Entendiendo dietas, por supuesto, como un diseño personalizado de un plan de alimentos para una persona según los objetivos que esta se haya marcado. Precisamente, la popularización de métodos “milagro” en las últimas décadas ha hecho que la legislación se haga progresivamente más estricta en este sentido.
Actualmente, solo pueden pautar dietas legalmente tres tipos de profesionales:
- Dietistas: El Técnico Superior en Dietética es un ciclo formativo o grado superior orientado a habilitar a profesionales para la elaboración de dietas. En él se imparten conocimientos de nutrición general y competencias de higiene y control alimentario.
- Nutricionistas: El Grado (antigua Diplomatura) en Nutrición Humana y Dietética son, probablemente, los estudios más específicos en este sentido. La promoción de la salud y la prevención de patologías también tiene cabida en este plan formativo.
- Endocrinólogos: En esta disciplina de la medicina, centrada en el estudio del metabolismo y las funciones hormonales, la nutrición es clave. Pueden diagnosticar problemas de salud de esta índole y ajustar una alimentación adecuada como parte del tratamiento.
Estos estudios no son los únicos existentes en el panorama formativo actual respecto al campo de la nutrición. Pueden encontrarse una amplia variedad de cursos y másteres especializados con contenido actualizado y, probablemente, más específico. Sin embargo, si se quieren ejercer las funciones de dietista, obligatoriamente se ha de cursar alguna de estas tres opciones.
Desarrollo profesional continuo
La nutrición es un campo en constante evolución. La creciente inversión e investigación en esta área permite conocer con mayor nivel de detalle el impacto de micro y macronutrientes sobre el organismo. Año tras año, surgen nuevas perspectivas y análisis al respecto. Sin embargo, hay un factor que se constata cada vez más: el impacto directo que tiene la alimentación en la salud.
Por otro lado, las pautas de alimentación no son universales ni existe una fórmula mágica. Los nutricionistas han de adaptar su trabajo a las nuevas tendencias en alimentación, así como a distintas condiciones físicas, intolerancias o patologías. Además, el creciente interés del mundo del deporte en esta ciencia también da pie a investigación y especialización.
Colegiación y registro
En España, la colegiación de los nutricionistas no es obligatoria en todas las comunidades autónomas, pero sí es altamente recomendable. Estar colegiado es aval de una práctica profesional ética y responsable. Registrarse como profesional siempre será una garantía ante los clientes que, de esta manera, podrán comprobar que se encuentran ante un experto cualificado.
Además, la colegiación también ofrece ciertas ventajas para quienes ejercen su actividad en este campo de la salud. Los colegios profesionales autonómicos de nutricionistas dan respaldo a sus profesionales, así como acceso a formaciones, jornadas y eventos del sector.
Los problemas de intrusismo en la profesión
La especificidad de los requisitos formativos en materia de dietética y la relevancia de la colegiación responden a una realidad compleja. Actualmente, la nutrición se ha convertido en un fenómeno de masas y atrae a gran cantidad de personas. Esta temática se ha hecho especialmente relevante en las redes sociales y los contenidos en torno a alimentación tienen una gran exposición.
En el complejo ecosistema de los “influencers” y “creadores de contenido” la alimentación se ha convertido en tendencia y en una oportunidad de negocio. Muchos de estos perfiles que se han hecho populares en redes han tratado de capitalizar ese alcance ofreciendo asesoramiento nutricional a sus seguidores.
Sin embargo, en muchos casos no cuentan con la titulación necesaria y pautan dietas cuando, legalmente, no pueden hacerlo. Por este motivo, los nutricionistas refieren un gran intrusismo en el sector. Esta práctica también es frecuente, por ejemplo, entre preparadores físicos, y los colegios profesionales están haciendo un esfuerzo extraordinario para denunciarla.
Requisitos administrativos y recomendaciones para montar una consulta de nutrición
Como ocurre con toda iniciativa laboral dentro del mundo de la salud, para montar una clínica de nutrición deben cumplimentarse ciertos trámites administrativos. Los profesionales sanitarios que desarrollen sus funciones por cuenta propia deberán acreditarse como tales a distintos niveles. A continuación, mencionamos las principales cuestiones que deben atenderse en estas instancias previas al lanzamiento del negocio:
Licencias, permisos y registros
Al estar considerada como una actividad dentro del ámbito de la salud, es pertinente que se tramite su alta en registros estatales y autonómicos. Estos registros permiten que potenciales clientes o usuarios puedan consultar que estos centros cuentan con las licencias y permisos necesarios. Además, el nutricionista también debería cursar su alta en el REPS (Registro Estatal de Profesionales Sanitarios).
Cumplimiento de normativas específicas
Así mismo, se debe garantizar que el establecimiento cumple con las normativas establecidas para poder desarrollar su funcionamiento. Estas buscan garantizar que las condiciones de la consulta son seguras y que se trata de un entorno profesional. En esta línea, resaltan aspectos como la higiene, la seguridad y la accesibilidad.
Uno de los detalles más delicados de este tipo de negocios es el tratamiento de los datos de los pacientes y la confidencialidad. La ley de protección de datos es especialmente estricta en este aspecto y debe tomarse en consideración de manera rigurosa. Las sanciones y penas por una mala gestión de datos personales son cuantiosas y podrían incluso implicar penas de prisión.
Participación en Redes Profesionales
Los servicios prestados por las clínicas y consultas de nutrición se relacionan de forma directa con el trabajo realizado en otras áreas. En la actualidad, los vínculos entre preparadores físicos y clubes deportivos de alto rendimiento con profesionales de la nutrición son cada vez más comunes. Estas sinergias abren una ventana de negocio que es interesante explorar.
Las consultas de fisioterapia y medicina integral también suelen requerir la asistencia de profesionales de la nutrición de manera complementaria a su tratamiento. Este tipo de asociaciones no son una exigencia per se, pero aumentan en gran medida las opciones de éxito y es interesante barajarlas.
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